Hace unas semanas llegó uno de nuestros momentos más esperados: el Offsite 2022. Tras demasiado tiempo sin hacer eventos presenciales, hablando mucho pero a través de videollamadas, sin vernos las piernas o qué zapatos usamos, sin conocer en persona a muchas de las nuevas incorporaciones… ¡por fin pudimos celebrar juntos! Y no de cualquier manera, claro: un Offsite de 4 intensos días con 20 personas, en una casa rural en plena naturaleza a 50 minutos de nuestro estudio en Barcelona.
Algunos viajamos en avión desde Lanzarote, Oviedo o A Coruña, otros en AVE desde Madrid y, los más afortunados, en nuestra querida Solubleta desde Barcelona. Emocionados por el reencuentro y por ese branding land de ensueño en el que íbamos a trabajar, compartir conocimientos, gozarlo con un taller de serigrafía, descubrir talentos ocultos en el karaoke…, empezamos por comer (algo que sería una deliciosa constante en el evento). A los fogones de la casa, el chef Luis Cors y su ayudante, Ricky, que nos alimentaron y nos cuidaron como si fuéramos familia.
En mi caso, este Offsite fue además mi onboarding, tras mi incorporación a Soluble el día antes del encuentro. Perfect timing, ¿verdad? No es muy habitual tener la suerte de conocer al equipo al completo, convivir con todos ellos durante más de 72 horas seguidas, charlar en pijama o fregando los platos sobre la historia de la empresa, las formas de trabajar de cada área o nuestras mascotas, y todo esto en “cholas”. Pero es que en Soluble, y eso se percibe desde el primer momento, lo “normal” no nos interesa demasiado y nos preocupa aún menos.
El Offsite dio para mucho y muy bueno, pero querría compartir con vosotros 3 cosas que aprendí sobre Soluble y que llevo conmigo desde entonces:
La pirámide de Maslow aplicada a soluble: hemos venido a ser felices
Hoy, el trabajo tiene un papel protagonista en nuestras vidas. Este es el sistema en el que vivimos y somos conscientes de ello. En Soluble se ha reflexionado mucho sobre esta cuestión, pero no solo pensamos, también actuamos para ser felices: aquí, hoy. En la vida y en el trabajo. Y, además, trabajamos para hacer felices a los demás. Es lo que nos mueve.
Y por eso en el Offsite se habló de tecnología, de salud mental, de estrategia, de primeros auxilios, de diseño… pero sobre todo de nuestro “poder ser”. En este mundo en el que todo parece y nada es, queremos reivindicar el poder de la autenticidad en nuestra vida y con nuestro trabajo. ¿Suena raro o idealista para un encuentro de empresa? Puede ser, pero no es algo que se quede en palabras, es la Pirámide de Maslow adaptada a nuestros puestos de trabajo:
Rigor + Desenfado = Acentos de emoción
Como todo en la vida, Soluble se mueve entre dualidades. O, como dicen en el equipo de diseño, somos apolíneo-dionisíacos. Y ¿cómo se mantiene el equilibrio entre el trabajo riguroso y el desenfado que nos permite ser quienes somos? Pues con los acentos de emoción. Esos trazos, stickers o gifs que hicimos nuestros con la nueva identidad de marca y que nos hacen muy felices en el entorno remoto y digital.
Siempre en movimiento con el MVP
Vale, pero en el día a día ¿cómo se consigue en Soluble ser feliz en el trabajo, con rigor pero también desenfado, y además hacer felices a las personas con las que trabajamos? Pues una cosa que funciona muy bien es emplear nuestro tiempo en tareas de valor, y facilitar que así sea también para los equipos con los que trabajamos. Los abanderados de esta máxima son los compañeros de Producto y Tecnología, que trabajan de forma ágil a partir del mínimo producto viable (MVP) y, de ahí, han creado Soluto Design System. Con él, su trabajo es más eficiente y también lo es la coherencia de las marcas con las que trabajamos. Y así estamos, a tope todos con el MVP.
Podría seguir enumerando aprendizajes, porque en este reencuentro compartimos muchas y variadas experiencias que nos llevaron desde el negocio hasta la poesía, como diría nuestra estratega María León. Pero creo que muchos coincidirán conmigo en que está bien que un poquito de lo que pasa en el Offsite, se quede en el Offsite…
Y ahora, ¡a pensar en el próximo!