Sobre marcas y vacaciones.
Ya estamos de vuelta. Hemos parado un par de semanas para desconectar reconectar con todo aquello que a veces pierde intensidad o se difumina en el ajetreo del día a día. Verano raro donde los haya pero, quién lo podría asegurar hace unos meses, hemos conseguido hasta viajar un poco.
Hace unos años ya que me obligo a usar este tiempo (y otros similares) para lo que se supone que es: descansar. Y digo “obligo” porque imagino que, como tantos y tantas en este sector, si no presto atención tiendo a la inercia del “estar siempre haciendo cosas”. Inercia provocada en parte por lo fácil que es interpretar en la Red que “todo el mundo está siempre haciendo cosas”.
Condensé esta reflexión en un tweet hace unas semanas, no sin ironía, buscando visibilizar la otra cara de la moneda, la cara del “no hacer nada también está bien”, sobre todo por los más jóvenes.
Arrancar tu andadura profesional en el sector digital puede ser un poco agobiante, especialmente por la sensación de nunca llegar al mínimo ideal que parece que se exige. Si a esto le sumas que todo el mundo tiende a contar (obviamente) qué hace, esa sensación puede llegar a sobrepasarnos.
Hay mil factores detrás de esta realidad. Y creo que sería positivo decir más veces, más alto y más claro que formarse, aprender, conectar, leer… es fundamental, pero que igual de necesario es saber cuándo tomarse un descanso, de forma consciente y voluntaria, para que el siguiente libro que leamos nos cunda más, el siguiente curso que hagamos lo cojamos con más ganas y lo próximo que aprendamos lo disfrutemos más.
Parar, tomar consciencia y aceptar dónde estás como la manera más eficaz y saludable de avanzar. A todos los niveles.
En resumen: no hacer nada también está bien. A fin de cuentas para llegar lejos conviene hacer un alto en el camino de vez en cuando.
¿Vuestras vacaciones bien?
Ismael Barros
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