Cuando sentamos las bases para construir una marca, pensar en describir una persona ayuda a definir los rasgos que facilitarán que se establezcan vínculos con las audiencias, y a que todo un equipo pueda ponerse en el papel de la marca, haciendo de su activación, por tanto, algo escalable.
En según qué contextos, esta correlación se da también a la inversa: una persona que es una marca. Entornos profesionales, movimientos sociales… y por supuesto política.
El branding en general y el diseño visual en particular llevan tiempo siendo parte fundamental de la estrategia de las candidaturas políticas. Quizás desde las primeras elecciones presidenciales de Obama, este aspecto cobró una renovada relevancia.
La estrategia de marca y el diseño puestos al servicio de una persona y su equipo para convencer a quienes pueden llevarles a su objetivo político.
Aprovechando el momento entre elecciones en el que estamos, podemos echar una mirada a cómo cada partido utiliza estas armas para conectar con la gente. Las decisiones de diseño que hay detrás de cada candidatura casi nos dan pistas del programa electoral que representan.
Una vez más se detecta el error de tratar de replicar las circunstancias para obtener las mismas consecuencias sin tener presente el contexto. Lo que funciona en Estados Unidos no tiene por qué funcionar en España si no se hace la adaptación oportuna.
¿Cuál creéis que es la candidatura de las elecciones de estos años que mejor ha utilizado el diseño para conectar con su electorado?
Ismael Barros
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