Mi Tienda de Arte
Hartem: activación de marca en retail
Crecer para cerrar un círculo, para regresar al inicio con más madurez. Hartem, la nueva marca especializada en Bellas Artes, ha supuesto muchos pasos adelante para Mi Tienda de Arte: responder a un nicho concreto y definido y darles las bienvenida con una tienda física. ¿Dónde? En el centro histórico de Madrid.
Hartem es un local que rinde culto a los artistas que no tienen miedo a equivocarse y, desde Soluble, hemos acompañado en la aplicación de la marca en toda la tienda, desde la experiencia hasta los diseños de pantallas o banderines informativos.
Guardianes de la estrategia
El objetivo de este proyecto era activar la marca y asegurar que en la tienda se respiraba todo el trabajo que se había trazado con la estrategia e identidad. Que el artista que la visita consiga, en definitiva, una conexión con Hartem, racional y también emocional.
Si contábamos con Craftelier y Hartem —en su versión online—, en este proyecto había que velar por dos conceptos clave: el de la libertad para crear, que actúa como paraguas para las dos marcas, y el de errare artem est, extraído directamente de la estrategia de marca de Hartem. Un homenaje al error, a la experimentación y al disfrute como partes inherentes al proceso creativo y artístico.
Acompañar para brillar
Con el lienzo bien armado, empezamos a trabajar junto al equipo —los líderes de este proyecto, además del departamento de marketing— y otras áreas involucradas, como la consultoría de retail y la dirección de obra (HMY, Mostaza, Montblanc Obras e Interiorismo…). Desde Soluble nos hemos encargado de que brille la visión holística.
Además de esa labor de coordinación, acompañamiento y asesoramiento a otros equipos, hemos seguido nuestros procesos habituales uniendo especialidades como del Diseño Visual, Activación de marcas y Motion Design para exprimir todo el valor de la marca.
De nuevo, ha sido fundamental la gestión para que la información fluyera interna, con el equipo y con todos los proveedores. Solo juntos conseguiríamos aterrizar las ideas en una perfecta ejecución.
El viaje del artista por la tienda
El primer paso fue definir el viaje de los usuarios por la tienda. Para ello, necesitábamos conocer la configuración propia del local y tenerla en cuenta para sobreponernos a las barreras y aprovechar todas las oportunidades.
Haciendo un paralelismo con el diseño de UX en el ámbito digital, el usuario debía contar con información clara, útil y humana en todo momento, una búsqueda entre la funcionalidad y la emoción, un equilibrio entre disfrutar y comprar sin complicaciones.
El trabajo de señalética y el directorio son la prueba más obvia de ello, pero también el diseño y posición exacta de trazos dinámicos propios de la identidad de Hartem con los que conseguimos resaltar zonas y dar coherencia entre secciones, evitando el ruido visual y de conceptos.
Materiales nobles y excelencia contextualizada
Las posibilidades eran infinitas, como en el mundo del arte. Optimizar los costes que se proponían para la tienda —aquí entran en juego variables como los materiales— era un objetivo prioritario, puesto que siempre entendemos los proyectos como un reto para conseguir la excelencia contextualizada.
Por esta razón, desde las primeras fases de lluvia de ideas, se generó una matriz en la que se valoraban los recursos necesarios y el retorno de las acciones. En algunos casos, se proponía la utilización de recursos nobles, como el mármol, porque nos encontrábamos ante un momento clave del proceso de compra que había que cuidar especialmente.
En otros, un copy impreso garantizaba que la experiencia multiplicara. Y también había zonas que llamaban a la acción, como el área infantil, en la que se puede experimentar la libertad para crear… con tizas, claro.
El proyecto final es una oda a numerosas técnicas, materiales y texturas: escultura, pintura sobre distintas superficies, vinilo, placas metálicas, plantillas, mármoles, piedras…
Empoderar con vídeo al equipo de Hartem
Las pantallas son un elemento imprescindible de la experiencia de compra de Hartem porque ofrecen flexibilidad y dinamismo, un llamamiento más al proceso. En un mismo lugar de la tienda, dependiendo del momento, se puede hablar de productos o de cómo se trabajan los distintos materiales que se podrán comprar.
Como el vídeo permite ajustar y destilar la información, pensamos en la autonomía del proyecto con un sistema para generar vídeos ágiles y actualizados, si es necesario, cada día.
Y ahora, ¿qué?
Continuamos con el acompañamiento para definir la experiencia completa de Hartem, un proyecto vivo que seguirá evolucionando, hasta el más mínimo detalle, con el artista en el centro. Pronto te contaremos más.