Contar con una marca auténtica y sostenible es imprescindible para generar impacto. Lo decimos siempre: en Soluble hacemos que las buenas empresas parezcan tan buenas como realmente son. Desde la estrategia, porque es una herramienta útil para conectar con el futuro y tomar decisiones con impacto en el día a día.
Hemos vivido decenas de procesos de rebranding, en tipos muy distintos de empresas, durante la última década. Casi siempre nos encontramos con personas promotoras, que ven todo el potencial de una marca, y con otras que ofrecen resistencia. Algo natural.
Este post es para ti, que deseas reducir la incertidumbre ante un proyecto que siempre crea situaciones de win-win en nuestros más que partners. Para ayudarte, te explicamos qué es y cómo aplicar la ecuación del cambio al ámbito de las marcas.
Así es la fórmula
Aunque hay muchas discusiones en torno a su atribución exacta, podemos decir que la ecuación del cambio fue creada por David Gleicher, uno de los grandes expertos en gestión de organizaciones, en 1975. Más tarde, la fórmula fue refinada por Richard Beckhard y David Harris. Sobre ella se publicaron varios artículos de investigación que hablaban sobre transiciones en las empresas, para explicar la probabilidad de que una mutación se produzca en el entorno empresarial.
Esta ecuación determina que, para que el cambio suceda, la resistencia debe ser menor que la suma del descontento actual, la visión común de un futuro mejor y el retorno que generen los primeros pasos. En modo matemático se entiende con facilidad:
Variable a variable
Lo primero es entender la resistencia a las novedades (R). En general, las personas que trabajan en una empresa que funciona de manera correcta están cómodas con sus procesos y con los recursos del día a día, aunque un diagnóstico algo más profundo deje claro que son ineficientes y mejorables.
Eso no significa, claro, que no exista cierto descontento (D). Porque siempre hay margen de mejora. Cuanto mayor sea la falta de satisfacción, más fácil será que el cambio se produzca. Si la felicidad es absoluta, por mucho que el proyecto esté frenado en cierta medida, será muy difícil promover cualquier tipo de proceso transformador. Incluido un rebranding, que impactará en lo que proyecta la empresa, pero también en la operativa diaria. Ya sabes: la marca reduce la incertidumbre y facilita la toma de decisiones.
La tercera variable es la visión común de un futuro mejor (V). Si una persona promotora es capaz de hacer ver que existe un horizonte atractivo —a nivel económico, de toma de decisiones, de comunicación…—, estará reduciendo el tamaño de esas murallas que frenan el cambio.
Para crear esa perspectiva ambiciosa a medio y largo plazo, los primeros pasos (First steps) son clave. Hablamos de que el equipo ponga toda la carne en el asador desde el principio, utilice la estrategia para capacitarse y tener una guía clara, pero también de los pasos previos a que empiece el trabajo de marca: mostrar el impacto que ha tenido en otras empresas a través de case studies o de entrevistas con las personas que ya han transcurrido ese camino puede ser muy interesante.
Haz lo que está en tu mano
Si has llegado hasta aquí, es porque te interesa promover la creación de una marca auténtica y sostenible o un rebranding de impacto en tu empresa. Pero no está siendo fácil. Es aquí donde la ecuación del cambio se hace útil: te ayuda a entender lo que depende de ti.
Aunque una persona se conforme con el status quo, tienes la oportunidad de proporcionarle una visión de futuro más atractiva en aquellos frentes que le preocupen. En algunos círculos será cuestión de dinero, en otros de reducir dolores de cabeza y conversaciones incómodas. También debes asegurarte de que el partner escogido tiene clara la importancia de evangelizar sobre la marca para que no haya incomodidades durante el viaje. Es algo que, en Soluble, tenemos muy presente durante todo el acompañamiento.
Incluso puedes anticipar parte del trabajo mostrando casos de éxito como el de Onum, a quienes acompañamos para definir su marca antes de que recibieran una financiación de más de 25 millones de euros con la que cambiar el paradigma de los datos. O la forma en que trabajamos junto a Asian House para crear un universo de marca que reimaginara la cocina asiática.
Una vez se ha iniciado el proceso (primer éxito), es clave asegurarse de que no hay interferencias que puedan restar credibilidad durante las primeras fases. Que todas las partes están alineadas, que la inmersión se ejecuta con mimo, sin dar nada por sentado, y eso derive en una plataforma de marca (y una identidad) que garantizan la escalabilidad desde una posición auténtica. Proyectar cada día algo que se aleja de tu esencia es insostenible.
Una herramienta para la felicidad en el trabajo
La estrategia de marca es un instrumento multiusos que garantiza la coherencia y reduce la incertidumbre porque marca el camino, facilita que se proyecte una imagen más sólida, optimiza costes y genera más ingresos. En otras palabras: potencia los objetivos de negocio atrayendo clientes y talento para luego fidelizar. Las ventajas se observan a lo largo de todo el funnel.
Como el propósito de Soluble es hacer que las personas sean más felices en su entorno laboral, tenemos muy clara la importancia de la visión holística. Contar con especialistas en todas las áreas —Estrategia, Diseño Visual, Producto, Tecnología y Activación— y estar coordinados por perfiles generalistas es proporcionar tranquilidad a todos los equipos.
Somos de abordar la identidad visual a partir de la estrategia, de apoyarnos en los Design Systems para potenciar la escalabilidad y de utilizar JAMstack, empoderando a los equipos con herramientas flexibles y congruentes. Somos de crear oportunidades y facilitar el crecimiento para que solo tengas que pensar en la ecuación del cambio una vez. Ahora.